Uso de herramientas tecnológicas, contención emocional y autocuidado formaron parte de los principales desafíos expresados por cerca de 50 docentes que participaron en la primera jornada DEC - PACE UMCE: Compartiendo experiencias y necesidades formativas.
El objetivo del encuentro, explicó Enrique Portales, director de Educación Continua en la UMCE y uno de sus organizadores, fue reflexionar, con pares de distintas comunidades educativas PACE UMCE, en torno a las experiencias y necesidades de capacitación que enfrentan en sus establecimientos educativos.
En esta jornada participaron directivos/as, orientadores/as, coordinadores/as UTP y docentes provenientes de 22 establecimientos educativos que integra el programa PACE – UMCE y forma parte de la gestión programática de Educación Continua: “la idea era generar una propuesta de trabajo a corto y largo plazo para para la elaboración de acciones formativas acorde a las oportunidades que otorga la Ley de Carrera Docente”, agregó el director Portales.
A través de estas acciones, sostuvo, esperamos “contribuir a las áreas específicas de trabajo de los equipos directivos escolares y definir de modelos de relación con los actores de los establecimientos escolares que permita construir propuestas de trabajo con los establecimientos”.
Adelantó además que proyectan replicar esta experiencia con otros grupos de profesores: “se lo planteamos al Colegio de Profesores y podría derivar en una escuela de verano”, señaló, “para crear un modelo que nos permita recoger con ellos sus necesidades formativas y establecer alianzas que les permita a estos profesores/as acceder a la oferta de la UMCE para su formación continua”.
Karina Alvarado, secretaria académica de la Dirección de Educación Continua, también calificó la jornada como exitosa: “los profesores siempre dicen que faltan estos momentos para ser escuchados y se valora mucho cuando se dan estas instancias para expresarse. Hay tanto que contar, muchas vivencias y experiencias”. Destacó además que “fue una muestra de real de articulación con nuestro entorno más cercano”.
Los objetivos del proyecto son identificar el nivel de madurez psicomotriz actual de niños/as entre 5 y 8 años como indicador del potencial aprendizaje e indagar en los efectos de la propuesta de formación psicomotricidad en la manifestación de dicho potencial aprendizaje.
Por lo anterior, se contempla una evaluación de los resultados. “El proyecto para sostener una experiencia de este tipo, tiene que mostrar cierto nivel de evidencia. Necesitamos demostrar que a los/as niños/as les hace bien ir a las salas de psicomotricidad. Para esto decidimos trabajar con el test de dibujo de figura humana Goodenough Harris para ver cambios en la capacidad simbólica de los/as niños/as, en la capacidad de crear conceptos. Cuando los/as niños van incorporando, a través de la acción, sensaciones propioceptivas de su de cuerpo, van generando imágenes mentales de sí mismo, su propio cuerpo y su cuerpo en el mundo”, explicó la académica.
Durante la jornada, se dio espacio para escuchar los testimonios de los/as profesores participantes de la jornada, las situaciones en sus diversos establecimientos. A pesar de las complejidades propias del retorno a clases en contexto de pandemia, los/as docentes valoraron la posibilidad del acompañamiento brindado. “Nos entusiasmó mucho llevar a cabo el programa. Quedamos con stand by por la pandemia. Está la sala lista, los/as niños tienen las ganas, nosotros/as también. No podemos dejar de lado la salud física y mental de los más chiquitos/as y queremos estar preparados/as y que nos guíen para hacerlo de la mejor forma posible cuando volvamos a la presencialidad”, señaló Paula Olaeta, jefa técnica de la Escuela Dr. Óscar Marín de Viña del Mar.